Vivir con pérdida auditiva es un viaje que consta de tres etapas principalmente: la primera empieza por darse cuenta de que el problema está ahí, la segunda está marcada por la duda y en la tercera, se da el paso para tomar medidas. Sin embargo, este camino no es tan sencillo como parece y a lo largo del recorrido, puede haber muchos altibajos.

El viaje es único para cada persona y será diferente dependiendo de la gravedad de su pérdida auditiva, personalidad y de su aceptación por la tecnología. Lo que es innegables es que resulta más llevadero con el apoyo de familiares, amigos e incluso compañeros de trabajo.

Trabajar con un compañero que vive con una pérdida auditiva puede ser difícil para ambos. Es una desventaja invisible con soluciones visibles y a mucha gente le cuesta hablar de ello. Normalmente, la pérdida auditiva se asocia con el envejecimiento. Sin embargo, cada vez son más las personas que padecen pérdida auditiva antes de jubilarse, lo que te puede poner en la situación de poder ayudar a un compañero de trabajo.

Cómo afecta la pérdida auditiva a las relaciones laborales

Una pérdida auditiva que no se haya tratado puede repercutir en las relaciones laborales, la confianza de la gente y sobre todo en la calidad de vida. Dependiendo de cuánto conozcas a tu compañero, podrías compartir una historia de alguien cercano a tu familia que también convive con una pérdida auditiva. Esto le hará sentir menos vulnerable y más abierto a compartir su historia.

Consejos para ayudar a un compañero con pérdida auditiva

• Empieza por hacer algunos cambios en el día a día en tu rutina laboral dentro del equipo. Si eres el gerente de la empresa, asegúrate de que hay apoyo en forma de oídos extra cuando tu compañero tenga que captar lo que dice una parte interesada, por ejemplo en las reuniones o presentaciones.
• Fomenta un entorno de trabajo inclusivo. Esto supone que puede que tengas que acercarte a la mesa de tu compañero e informarle de las cosas que suceden en la oficina: que el equipo ha quedado para almorzar, repetir las cosas dos veces, incluirlo en las charlas, etc.
• No le pongas la etiqueta de grosero o antisocial. Es probable que evite ir al comedor o no participe en las reuniones sociales porque es consciente de que le costará seguir el hilo de las conversaciones y es posible que se siente excluido.
• Sé paciente y muestra empatía. Ponte en su situación. Muestra interés por los sentidos que ha desarrollado a raíz de su pérdida auditiva y no le bombardees con preguntas sobre su pérdida de audición.
• Anímalo a que tome medidas sobre su pérdida auditiva si no lo ha hecho todavía y se sienta frustrado.

Siete consejos para dar fluidez a sus conversaciones

La pérdida auditiva es una experiencia visual y mucha gente que la sufra es experta en leer los labios. Te facilitamos unos consejos para que las conversaciones te resulten más sencillas:

1. Habla despacio, de forma clara y repite las cosas todas las veces que sea necesario.
2. Empieza y termina la conversación mirándole a la cara.
3. No hables con la boca llena de comida.
4. No hables cubriéndote la boca con la mano.
5. No le des la espalda a tu compañero cuando hables.
6. No le llames cuando sea él el que te está dando la espalda.
7. No murmures o susurres.

Por suerte, los audífonos pueden resolver la mayoría de los problemas causados por la pérdida de audición en el trabajo. Sin embargo, los audífonos necesitan un periodo de rehabilitación para cada paciente que abre la puerta a una relación de por vida con una tecnología puntera y el cuidado auditivo. Seguirán surgiendo numerosas situaciones en el día a día que requieren de apoyo adicional y estos consejos te servirán de inspiración para facilitar la vida de tus compañeros.