El taponamiento de los oídos o de presión en este órgano son términos que indican tener los oídos taponados y puede afectar a uno o a los dos lados. Esta sensación tan molesta se asocia habitualmente a una alteración o una reducción de la capacidad auditiva.

Causas de la presión en los oídos

La sensación de presión en uno o en los dos oídos es un síntoma que puede estar provocado por problemas en el oído externo, medio o interno.

La causa más frecuente de presión en el oído suele ser un tapón de cera que afecta al oído externo. Este fenómeno es la consecuencia directa de la presencia, a nivel del conducto auditivo externo, de receptores específicos que detectan las variaciones de presión. La acumulación de cera y restos en el conducto auditivo externo provocan la sensación de presión en el oído y la reducción de capacidad auditiva. Estos síntomas son transitorios, ya que, al eliminar el tapón de cera el oído vuelve al estado anterior.

Fenómenos que afectan al oído medio

Todos los fenómenos que afecten a estas áreas pueden ser causa de presión en el oído. Pueden provocar taponamiento:

• la otitis media
• una disfunción de la trompa de Eustaquio
• la obstrucción nasal por desviación del tabique nasal
• la hipertrofia de los cornetes

Una alteración en el funcionamiento de la trompa de Eustaquio (pequeño conducto que comunica la parte posterior de la boca con el oído medio) determina una alteración de la aireación correcta del oído medio y presenta dificultades para compensar cualquier cambio de presión entre las dos superficies del tímpano (por ejemplo cuando se sube a la montaña o a un avión).

En el interior de la trompa de Eustaquio puede quedar bloqueada la mucosidad y por eso a veces se oyen ruidos suaves cuando se desplaza al mover la cabeza, masticar o bostezar. La terapia recurre a las intervenciones necesarias para mantener una aireación correcta del oído medio.

Fenómenos que afectan al oído interno

La sensación de oído taponado a menudo se interpreta como el síntoma subjetivo de hidropesia endolinfática que afecta el oído interno, también conocida como enfermedad de Ménière. Está provocada por el aumento de un líquido contenido en cantidades muy pequeñas, en el interior de los órganos encargados del control del equilibrio. Al aumentar de volumen la endolinfa provoca acúfenos, una reducción de la capacidad auditiva y también vértigo.

Por lo tanto, un especialista es el que tiene que valorar esa sensación de presión en el oído mediante una exploración directa y pruebas instrumentales como la revisión audiométrica y la impendanciometría.

Fenómenos que afectan al oído externo

La otitis externa es la mayor responsable de la sensación de presión en los oídos. Esta inflamación aguda o crónica del conducto auditivo se ve favorecida por la presencia de agua estancada en las orejas. A menudo esta molestia se manifiesta con una inflamación también en la piel, con enrojecimientos, irritaciones, hinchazones y eczema. Estos son los síntomas:

• el taponamiento de los oídos.
• la sensación de oído llenos y con presión.
• acúfenos.
• picor en el conducto auditivo, dolor al tacto, dolor al masticar.

Las soluciones para la otitis externa consisten en terapia con antibióticos, si tiene origen bacteriano o en terapia antimicótica si surge por la presencia de hongos. Otra causa puede ser la presencia de cuerpos extraños como pequeños objetos o insectos en el canal auricular. En este caso, lo primero que hay que hacer es inclinar la cabeza hacia un lado para facilitar la salida del cuerpo extraño. Si esta maniobra no resuelve el problema, acude a un especialista.